Naciste para ser Feliz, pero luego creíste que debías hacer feliz a otros, y entonces, comenzaste a sentirte incapaz por no poder lograrlo y te olvidaste de ti mismo para seguir intentándolo…
Ser Feliz es tu misión. Tú naciste Fiel a ti mismo, pero comenzaste a serte infiel y apagaste tu llama interna al dejar de escuchar a tu corazón y tu intuición, porque pensabas que tenías que complacer a otros, cuando la verdadera fidelidad es hacia ti mismo…
Tú naciste Alegre y comenzaste a temerle a la tristeza que conociste y a la tristeza de otros, así comenzaste a tapar tus emociones para que nadie se diera cuenta de lo que sentías, y perdiste tu autenticidad y alegría al dejar de ser tú mismo…
Tú naciste Pleno, pero comenzaste a preocuparte del “qué dirán” y perdiste tu plenitud para encajar en el molde de la sociedad, así conociste el vacío interior, sin saber que la verdadera plenitud está en tu conexión con otros, y qué este vacío es algo imposible de ser llenado con cosas…
Tú naciste Amado, pero creíste que para ser amado tenías que ganarte el amor y entonces empezaste a tratar de ser perfecto y por más que te esforzaste no lo logras, olvidándote que el verdadero amor es tu propia aceptación…
Tú naciste Libre, pero tú enorme amor por tu familia te hizo seguir un patrón establecido para pertenecer a ellos y entonces, dejaste de cuestionarte ¿Qué quiero yo en realidad? y así perdiste tu libertad…
Tú naciste Confiando, luego algo o alguien te lastimó y comenzaste a construir barreras para defenderte, pero esas mismas barreras que impiden que otros te lastimen, también impiden que llegue a ti el verdadero amor, que viene con la confianza de abrir el corazón…
Tú naciste Vivo, y mataste con culpas tu vida, empezaste a morir lentamente cada vez que sentiste que cometes un error, dejando de arriesgarte, ahora debes empezar a confiar en ti, en tu capacidad de recuperarte y atreverte a arriesgarte…
Se Feliz y Ámate, que el Amor es la única respuesta…