Hoy, Jueves Santo, recordamos el amor en su forma más pura: El Servicio…
Jesús, sabiendo lo que estaba por venir, eligió amar hasta el final, se arrodilló ante sus discípulos y les lavó los pies, enseñándonos que la grandeza está en la humildad, y que el amor verdadero no busca imponerse, sino entregarse…
Es un día para mirar dentro de nuestro corazón y preguntarnos:
¿A quién necesitamos servir desde el alma? ¿Con quién podemos reconciliarnos? ¿Cómo podemos amar más allá del miedo?…
Este día nos invita a renovar nuestro compromiso con la compasión, a compartir con quienes lo necesitan, y a permitir que el perdón sane nuestras heridas más profundas…
Que el espíritu de este Jueves Santo nos inspire a caminar con más fe, más ternura y más gratitud…
Y que, como Jesús, sepamos amar incluso en los momentos más oscuros…