BENDICE SILENCIOSAMENTE

Busca un lugar público, como una plaza, un parque, una estación, y colócate en un sitio que te permita observar a las personas discretamente…

Déjate llevar por tu corazón, que él elija las personas a las que harás tu regalo anónimo y silencioso de bendecirlos…

Cuando veas pasar a alguien afectado por una dolencia, regálale en tu pensamiento una bendición de salud radiante…

Si ves pasar a una persona abatida y triste, regálale una bendición de paz y alegría…

Si ves a un niño que llora, regálale una bendición de un futuro hermoso y feliz…

Si ves a alguien de gesto áspero y enojado, regálale una bendición de amor y perdón…

Si ves a alguien pasando necesidad, deséale prosperidad y abundancia en su vida…

Y así, con todas las personas que se vayan cruzando en tu camino…

Acoge a cada una de ellas en tu corazón por unos instantes, deséales lo mejor y envíales bendiciones…

Puede que jamás vuelvas a ver a ninguna de estas personas, el amor sencillamente se ofrece a quién tenga que recibirlo…

A veces hacer el bien no implica que hagamos actos demasiado complicados, con nuestro pensamiento consciente y enfocado, así sea en silencio, podemos entregar nuestra Luz y dar nuestro Amor al mundo…

¡Sé Amor!