Hoy celebramos mucho más que un rol, celebramos el corazón que cuida, las manos que sanan, las palabras que guían, y el amor que nunca deja de abrazar, incluso en silencio…
Gracias a todas las madres por ser raíz, refugio y luz, por enseñarnos a levantarnos, incluso cuando eran quién más necesitaba apoyo…
Gracias a todas las madres por su ternura infinita y por su amor que es el lenguaje más puro de Dios en la Tierra…
Que hoy sientan en el alma el abrazo de todo lo que han sembrado, porque en cada gesto suyo ha florecido el milagro del amor…
Un amor que no se acaba, una alegría envuelta en abrazos y en risas que sanan, nuestro primer hogar que ha sido el canal sagrado por donde la vida decidió florecer…