Cada vez que pides algo, cualquier cosa que ello sea, dejas entrever de alguna forma la idea: ¡Esto no lo tengo ahora!…
Y sin que tú lo adviertas y sin que sea tu intención, le marcas al Universo justamente tu carencia, y Él capta ese “no lo tengo” que esconde tu petición, y de forma presurosa lo pone en evidencia…
En cambio, cuando Agradeces, “CREAS” eso que Agradeces, porque ya das por sentado que aquello “Ya Sucedió”, y el Universo recoge tu instrucción y te Obedece manifestándolo…
Dalo por hecho y no dejes que tu mente se inmiscuya, diciéndote que es difícil que eso se te otorgue a ti, confía! y deja a Dios que sea Dios…
Hay otras Manos, más inmensas que las tuyas. Y ellas siempre responden a quien agradece…
No te olvides que las cosas nunca son lo que parecen:
Hay un diseño amoroso detrás de la realidad y cada vez que tú, de corazón agradeces, magnetizas eso mismo que agradeces de verdad…
Cuando tú lo ves “Ya Hecho” cuando lo das por sentado y agradeces sintiendo una intensa emoción, el Universo lo percibe y actualiza su programa hacia “La Nueva Realización”…
POR ESO:
No Pidas: “Dame la calma que Anhelo”; Di más bien:
“Gracias, Dios mío por esta Serenidad que experimento”…
No Digas: “Dame un trabajo que me aparezca del Cielo”; Di:
“Gracias porque amo lo que hago y disfruto al hacerlo”…
No le implores a la Vida que te acerque una pareja; Di:
“Gracias por este Amor que me permite darlo y recibirlo, llenándome de Alegría y Plenitud”…
No ruegues que se disuelva alguna culpa muy vieja; Di:
“Gracias porque se limpia mi pizarra cada día y vivo disfrutando el momento presente”…
Di:
GRACIAS por esta Abundancia que sobre mí se derrama!…
GRACIAS por gozar de Salud radiante!…