Se consciente de que has elegido venir aquí para trabajar en tu proceso evolutivo, por lo tanto, tu principal objetivo debes ser tú y no el otro…

Para recibir Guía Divina es necesario silenciar la mente y así desarrollar la intuición para escuchar la voz de la sabiduría que nos habita, sin la interferencia humana…

Para provocar un cambio en tu realidad necesitas confiar en la información que recibes de la intuición y seguirla…

 

Sé consciente de que tu plan de vida está siendo asistido por jerarquías superiores, así que, siéntete apoyado y confía en la ayuda Divina…

Intenta eliminar la información del miedo, la duda, la preocupación y la ansiedad desde tu interior y sustitúyela por la confianza, el valor, la determinación y el enfoque…

Sé consciente de que tú eres capaz de transformar las situaciones pidiendo Guía Divina, porque las soluciones no están en la tercera dimensión, sino en las frecuencias más elevadas…

 

Recuerda que atraes lo mismo en lo que vibras, tus pensamientos son vibración, préstales atención a esos pensamientos que sostienes, a tus sentimientos y tus acciones, porque esa misma energía que emites es la que volverá a ti potenciada…

 

Tu verdadera intención se sentirá a través de tu vibración, las energías del engaño y del interés se están mostrando abiertamente a través de la eliminación de los velos que antes las cubrían…

 

Comprende que la elevación de tu frecuencia ocurrirá a través del cambio en tu consciencia, pensamientos elevados, sentimientos positivos y acciones amorosas…

 

Al cambiar tu frecuencia vibratoria elevarás tu frecuencia, permitiendo que tus lecciones sean experimentadas con felicidad y comprensión, y que tus acciones se manifiesten en equilibrio, armonía, paz, serenidad y felicidad…

 

“Aquellos que no aprendan nada de los hechos desagradables de sus vidas, estarán forzando a la consciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario, hasta aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma»

 

-Carl Jung-