YA NO ME VEO

Ya no me veo contestando cada insulto que me dan. Simplemente, he aprendido que el insulto no es para mí, es para la misma persona que me lo está dando…
Ya no me veo escuchando cada queja de la gente alrededor. He aprendido a respetarme y a decidir no ser el basurero emocional de nadie…
Ya no tomo responsabilidades que no me corresponden, ni doy explicaciones del porqué no lo hago…
Ya no discuto con la gente ni doy explicaciones para salvar mi honor o mi nombre. El que crea que tengo honor que lo crea, y el que no, lo respeto y bendigo su camino…
Ya no me veo angustiada porque alguien deja de hablarme o ya no me quiere en su vida. Su vida y su espacio, por lo tanto, respeto su decisión…
Ya no me veo triste, enojado, frustrado, deprimido o con cualquier emoción de baja vibración. Ahora elijo desechar esas emociones tan rápido como pueda, para enfocarme en volver a tomar vuelo y ser quién realmente soy…
Ya no veo cómo antes, ni siquiera como ayer, así que, día a día soy mi mayor experimento, mi mayor investigación, mi mayor hallazgo y mi mejor versión…
Todos los días me descubro en silencio mirando dentro de mí, para con asombro encontrarme, y saber qué es aquí dónde deseo enfocar mi energía para vivir…
Ya no me veo caminando por la vida sin luz, en consciencia de dualidad, sin amor incondicional. Porque estoy aquí para evolucionar y ser feliz…
Ya no me veo pensando que Dios está afuera de mí y que el cosmos es algo lejano que nunca conoceré. Porque hoy se que soy inseparablemente uno con Dios y con la Vida Toda…