Escrito del Dr. Ernest Holmes.

Nos gusta probar cosas nuevas y ver cómo funcionan. No habría mucha diversión en la vida a menos que hiciéramos esto, ya que la vida es una gran aventura. De hecho, es la gran aventura. A menos que nos sucedan cosas nuevas, la vida se vuelve carente de interés y monótona…

Cuando Dios nos puso aquí nos hizo a cada uno un poco diferente, y si la Inteligencia Divina nos hizo a cada uno un poco diferente, como si cada uno fuera un molde nuevo, entonces la mayor aventura en la vida sería un experimento con nosotros mismos para ver qué podemos hacer con esta cosa que está dentro de nosotros…

Parece que estamos hechos de carne y hueso y una madeja de pelo, algunas ropas y ciertas condiciones y entornos. Parece que somos el producto de nuestro entorno. Pero este es un punto de vista superficial…

Porque mientras pensamos en todos como talentos ordinarios y comunes, lo primero que sabemos es que aparece un Emerson o un Einstein, o un Buda o un Jesús. Y todo el mundo se maravilla y dice que no están hechos del mismo tipo de material del que tú y yo estamos hechos…

Aquí es donde cometemos nuestro mayor error, porque en realidad nunca descubrirás nada fuera de ti más de lo que tú mismo eres…

Incluso las palabras de los grandes no significan nada para nosotros a menos que podamos entenderlos. Las cosas que dicen y hacen no tienen significado hasta que captamos su significado…

Cuando vas a escuchar una sinfonía, no vas solo a ver a otros tocar o escuchar a un gran artista cantar o tocar un gran músico. Realmente vas porque despiertan dentro de ti algo que se corresponde con y con lo que están haciendo. Y realmente te devuelven a ti mismo…

Esto también es una aventura de autodescubrimiento…