En una pareja nadie es víctima de nadie, siempre somos cómplices y aceptamos el amor que creemos merecer…
En la mayoría de los casos todos se sienten víctimas de las carencias y defectos del otro…
Tienes lo que crees que mereces o de lo contrario, estarías con alguien que se sabe valioso, una persona sana que se respeta a sí misma…
Quién no tiene capacidad de autocrítica para reconocer sus propias carencias, siempre se sentirá víctima de los defectos del otro…
En lugar de utilizar su energía para mejorarse, reniegan de los “defectos” que proyectan en el espejo qué es el otro, y que son su propio reflejo…
No vayas por la vida buscando a la persona ideal, trabaja en ser tú la persona ideal; trabaja en tu autoestima a través de la auto observación, de lo contrario, no aprenderás nada de las experiencias…
Dicen, me separé porque mi pareja no supo hacerne feliz, en lugar de preguntarse ¿Cuál fue mi participación en el fracaso de mi relación?
La pareja es de dos y ambos tienen que asumir su parte de responsabilidad…
La obsesión se da cuando el vínculo hacia el otro, se convierte en una dependencia emocional extrema, donde pensamientos, emociones y comportamientos giran de forma desproporcionada alrededor de la pareja…
El conflicto es una zona de desastre afectiva, que no puede generar integridad emocional en los hijos…
¿Te imaginas la maravillosa herencia que recibirían tus hijos, si les das el privilegio de presenciar cómo resuelven sus diferencias sin ponerse a la defensiva; sin culparse el uno al otro; sin descalificarse mutuamente al reconocer y aceptar sus propios errores?…