Una joven conducía junto con su padre y se toparon con una tormenta.
La joven le preguntó a su padre: ¿Qué debo hacer?
Su Padre le dijo: Sigue conduciendo…
Los carros empezaron a orillarse, la tormenta estaba empeorando.
¿Qué debo hacer papá?
Sigue conduciendo, respondió su Padre…
Más adelante, un trailer también se estaba orillando.
Ella le dijo: ¿Papá, debo detenerme? Es terrible y todo el mundo se está deteniendo.
Su Padre le dijo: No, sigue conduciendo…
Ahora la tormenta era más fuerte, pero ella obedeció a su papá, y pronto pudo ver un claro más adelante. Después de un par de kilómetros volvió a estar en una zona tranquila, calmada y con el sol.
Su padre le dijo: Ahora puedes parar y salir…
Ella dijo: ¿Pero por qué ahora?
Él le dijo: Cuando salgas, mira atrás, todas las personas que se rindieron todavía están en la tormenta, tú no te rendiste y tu tormenta ha quedado atrás…
Si estás pasando por tiempos difíciles, recuerda, aunque todos los demás, incluso los más fuertes, se detengan o se den por vencidos, tú sigue adelante, porque pronto tu tormenta terminará y el Sol brillará y resplandecerá sobre ti otra vez…