Sanar no es sólo armonizarse, sanar es HACERSE CARGO, y eso no es para cualquiera, es solo para valientes, que se animan a penetrar en el interior de su alma y seguir su guía y dirección…
Sanar es profundo e intenso, conlleva mucha energía y mucho tiempo, tanto tiempo y tanta paciencia como nos hemos desatendido…
Sanar es batallar con un ego que se resistirá a los cambios que broten del alma…
Sanar es doloroso, es sangrar, es supurar, es comprender, es perdonar, perdonarse y al fin soltar…
Sanar es pasar por sucesivos estados de enojo, de tristeza, de necesidad, de soledad y silencio…
Sanar es penetrar en nuestras sombras y aceptarlas…
Sanar a pesar de todo es maravilloso, porque es liberador, pero siempre recuerda que el único canal de sanación eres tú mismo…