Padre – Madre, respiración de la Vida.
Fuente del Sonido, Acción sin palabras, ¡Creador del Cosmos!
Haz brillar tu Luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.
Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el sentimiento que emana de ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas.
Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades.
Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en Todo.
No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento.
No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo lo embellece.
Que Tú Amor esté solo donde crecen nuestras acciones.
¡Que así sea!
Esta versión del original está escrita en el arameo el idioma originario de la alta Mesopotamia en una piedra blanca en el Monte de los Olivos y era la lengua usada por los pueblos de la región. Jesús siempre hablaba al pueblo en arameo, la traducción del arameo al español (sin la interferencia de la Iglesia Católica) nos muestra cuán bella y profunda es esta oración de Jesús.