¿POR QUÉ? UNA PREGUNTA SIN VALIDEZ

Si un niño patea una pelota y rompe el vidrio, es un ejemplo muy claro de por qué muchas veces la pregunta “¿por qué lo hiciste?” pierde validez…

El niño no tenía la intención de romper el vidrio; su única acción consciente fue patear la pelota. El resultado (romper el vidrio) fue accidental…

Entonces, si le preguntamos “¿por qué lo hiciste?”, el niño no puede dar una respuesta real, porque él no “hizo” lo de romper, sino lo de patear…

El hecho: pateó la pelota (acción con intención).
La consecuencia: se rompió el vidrio (efecto no deseado, sin intención)…

Por eso, en vez de preguntar “¿por qué lo hiciste?”, que carga de culpa a la acción, se puede preguntar “¿Qué estabas haciendo?” (para que cuente su acción).
“¿Qué crees que pasó con el vidrio?” (para que reconozca la consecuencia).
“¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez?” (para abrir a la responsabilidad sin culpar)…

De esta manera, la atención no se queda en buscar una causa que no existe, sino en entender, aprender y asumir…

Aquí un ejemplo de cómo hablarle al niño con un tono que enseñe responsabilidad pero sin hacerlo sentir culpable, con esa misma situación…

Con firmeza pero también con comprensión, para que aprenda sin sentirse culpable decirle.
Adulto:
— Veo que se rompió el vidrio. Cuéntame, ¿qué estabas haciendo?

Niño:
— Estaba pateando la pelota…

Adulto:
— Entiendo. Tú solo querías jugar con la pelota, ¿verdad?

Niño:
— Sí…

Adulto:
— El vidrio se rompió como consecuencia; no fue tu intención, pero sí pasó por cómo usaste la pelota…

¿Qué crees que podríamos hacer la próxima vez para que no vuelva a ocurrir?

Niño:
— Patear en otro lugar o con menos fuerza.

Adulto:
— Exacto, esa es una buena idea; ahora tenemos que reparar lo que pasó, yo te ayudo, pero también necesito que tú colabores…

Con este enfoque:
No se le hace sentir que es “malo” por lo sucedido.
Reconoce su acción y su consecuencia.
Se le abre la puerta a aprender responsabilidad y a buscar soluciones…

“No busques culpables, busca comprensión y aprendizaje”…

“Cada acción trae una lección, no culpa: solo comprensión y amor”…