NADA ES CASUALIDAD, NADA OCURRE POR ACCIDENTE Y TODO ES SUPERABLE…

Nada es casualidad, nada ocurre por accidente y todo es superable…

Hay un principio fundamental que es: todo lo que tú está viviendo, es por lo que has creído; incluso las personas que te rodean…

Atraes y alejas a personas que tienen que ver con lo que tú estás creyendo y quién estás “siendo”…

Zig Ziglar decía: “no puedes volar como un águila si estás rodeado de pavos”…

Tú manera de pensar y de actuar, en gran parte define tu propio entorno…

¿En qué ambiente vives? ¿Rodeado de personas que te aportan o te restan?

Esto es la suma de muchos factores, pero cada uno de nosotros somos responsables de lo que nos sucede, de las personas que conocemos y de las oportunidades que nos generamos…

Todo cambia cuando tú cambias y es aquí cuando dejas de atraer a ciertas personas y circunstancias para atraer otras…

Así es como vamos creciendo, evolucionando, y podemos darnos cuenta qué tal vamos en este examen llamado “vida”…

PARA CERRAR BIEN LOS CICLOS

Recuerda:

  1. Agradece la experiencia. Todo problema vino a enseñarte una lección, no para acabar contigo.
  2. Agradécele al espejo. Agradece a esa persona por venir a hacerte consciente, de lo que aún eras inconsciente.
  3. No ames por necesidad o te volverás adicto a la compañía y serás incapaz de ser feliz sólo.
  4. No pierdas tus días pensando en lo que no fue, en tus errores o en lo mal que te trata la vida. El pesimismo atrae lo negativo.
  5. No vivas siendo víctima, las víctimas no tienen poder, porque no asumen su vida.
  6. No desperdicies la vida intentando desesperadamente ser aceptado.
  7. No desistas. Sigue tu sueño, tu sueño no debe depender de la aprobación de alguien más.

¿Por qué te quedas encerrado, cuando la puerta está totalmente abierta?…

Lo que se va, tenía que irse.

Lo que no funciona, no era para ti.

Cada uno de tus fracasos es una lección más, que te ayudará a construir un futuro de éxito, siempre y cuando tengas la suficiente autoestima para no dejar de intentarlo…

¡Mírate! ¡Estás vivo! Tus ojos ven, tu corazón late, tus manos se mueven y generan cosas geniales…

Hazte responsable. Deja a los otros en paz…

No esperes que te traigan flores.

Sé tu propio jardín y ahí posarán las mariposas sin tener que correr tras ellas…