Si, los padres toman muchas veces
desde la concepción a un hijo o hija
para anclarlo a ellos y a sus destinos…
A veces mencionan frases cómo éstas y otras veces las traen en el alma:
“Éste es para mi vejez”.
“ Éste es por si su papá se va”.
“ Ésta es mi felicidad”.
“ Éste es para no sentirme sola”.
“ Ésta o este no se va a casar, se quedará conmigo”.
“ Ésta se hará cargo del negocio de la familia”.
“ Todos pueden irse, pero tu no”.
“ Si ella está, su papá no nos dejará”.
“ Tu me cuidarás en mi enfermedad”.
“ Tu estás para ayudarme con tus hermanos cuando yo me muera“…
Todas estas frases terroríficas las he escuchado y muchas de ellas las he visto cumplirse…
Hijos que jamás se han ido de la casa de sus padres; deseando hacerlo…
Hijos que creen que tienen que cuidar a sus padres de viejos, son también llamados los hijos “bastón”…
Hijos que cargan con el mandato de viajar con sus padres, de pasar las fiestas con ellos, de tener que hacerlos felices…
Hijos que no se han casado o formalizado con ninguna pareja porque están atados simbólicamente con mamá o con papá…
Hijos que se hacen cargo de sus hermanos, por promesas hechas a los padres en su lecho de muerte…
Revisa si papá o mamá fue un hijo o hija ancla en su sistema. Quién la detiene, retiene y no pudo o puede avanzar y sanar el impacto generacional de ello…
¿Qué hacer para sanar?
Los padres difícilmente
sueltan a los hijos y menos si han creado un proyecto así desde el alma…
Pero si tú en algún momento lo pensaste, lo dijiste, porque en ese momento era tu nivel de consciencia, mira ahora a tu hijo o hija a los ojos y dile:
“ Te libero de mi”.
“ Te libero de hacerte cargo de mi vejez”.
“ Te libero de mi enfermedad”.
“ Te libero de mis carencias”.
“ Te libero de mis palabras”…
Si eres un hijo o hija ancla: no avanzas en tus proyectos, no logras tener pareja, vives en casa paterna (aunque ellos estén muertos)…
Si tienes de profesión: médico, enfermera, asistente social, trabajo con ancianos. Eres un hijo ancla…
Si no puedes viajar o concretar viajes, si estás en el negocio de tus padres y tienes que dar y repartir a tu mamá o hermanos. Eres un hijo ancla…
Si te casaste y tuviste que llevar a vivir contigo a tu mamá. Eres una hija ancla…
Si aparecen dolores, calambres, entumecimiento de piernas, tobillos y rodillas cada vez que planeas algún proyecto que te aleja de tu mamá o papá. Eres un hijo ancla…
Si no se cumple ningún proyecto de vivir lejos, o en otro país y sólo das dinero para la vejez de tus padres.
Eres un hijo ancla…
Para sanar nuestras palabras y miedos que nos atan a nuestras generaciones:
Tienes el permiso como hijo de liberarte del mandato de tus padres sin que sientas culpa.
Puedes darles o aportar para su vejez, pero no son tu responsabilidad…
La libertad de irse es el regalo más grande que podemos dar a nuestras generaciones…
Ningún hijo debe quedarse anclado a nuestro lado. Todo Padre o Madre sabio, planea y tiene una visión para no cargar a ningún hijo…
Susy Landa
Sanando Generaciones.