No hables en negativo, no pienses nada negativo, no anticipes el fracaso, no le tengas miedo a nada…
¿Quieres que en verdad tu vida cambie? Vigila tu mente de noche y de día, sin parar, sin descanso, ponle tú atención al 101%, 24 horas al día, incluso en tus sueños…
No le des respiro a la mente, cuida tu estado mental como cuidarías a un bebé o niño pequeño, no puedes quitarle los ojos de encima…
No te quejes de nada; no te enojes con nadie, y si lo haces, hazlo con paz y amor en tu corazón, sin esa carga negativa…
Un ingrediente de la infelicidad es la queja, cada vez que te quejas, les dices al Universo que te envíe más de lo que no te gusta…
Cada vez que te quejas, te olvidas de lo bendecida que eres…
Cada vez que te quejas, le abres la puerta a la amargura…
Cada vez que te quejas, atraes pobreza espiritual…
Cada vez que te quejas, te cierras a la abundancia y por consecuencia a la prosperidad…
Cada vez que te quejas, envidiarás a todos los que te rodean…
Cada vez que te quejas, endureces tu corazón…
¡Ámate y sé Feliz!