Es un término metafórico que se usa para describir el punto más bajo en una crisis existencial, donde se colapsa la identidad personal y el sentido de la misma…
Es un proceso doloroso que los maestros espirituales señalan como la disociación de la identidad carnal, como una oportunidad para elevar la percepción de la existencia, desde una consciencia superior…
En la mayoría de los casos, el estado emocional que caracteriza este proceso de transformación, es lo que conocemos como depresión. Durante los episodios con sintomas más agudos, puede perderse o cambiar rotundamente el propósito de vida…
Esta crisis puede ser estimulada por un evento desafortunado que esté fuera de nuestro control: la muerte de alguien cercano, la pérdida absoluta de los bienes materiales y de la identificación con el estilo de vida que se había construido hasta el momento…
Realmente lo que se derrumba es el marco conceptual completo de la vida, el significado que la mente le había dado. Inevitablemente es un episodio que lleva a un lugar oscuro, donde el consuelo o las distracciones pasajeras no causan el menor alivio…
Aunque suene como un proceso personal perturbador, las personas que pasan por la “Noche oscura del alma” tienen enfrente la oportunidad de transformar sus vidas por completo, y es este estado alterado de consciencia al que muchos textos señalan como el momento previo a la ILUMINACIÓN…
Hoy en día la palabra “Despertar” se usa ligeramente para describir modelos alternativos de realización personal, pero en lo que a los procesos de transformación respecta, “Despertar” es LA CAÍDA DE LOS VELOS MENTALES QUE LIMITAN LA COMPRENSIÓN DE OTRAS POSIBILIDADES EN LA VIDA…
Si realmente aprovechamos esta oportunidad, podemos dar un sentido completamente nuevo a nuestras vidas, y encaminarnos rumbo a una experiencia mucho más plena que la anterior…
(Extracto)
La etapa oscura del Despertar