Imagina que estás sentado frente a un escenario y que el escenario es dónde toda tu vida aparece…
Todo, absolutamente todo lo que ves en él, lo que te rodea y lo que te sucede, es tu propio reflejo y es tu creación…
Cada situación tú has decidido que suceda y puedes ver, sentir y conocerlo todo completamente…
Todo responde a un llamado del Director para salir y hacer su aparición…
Debemos asumir la responsabilidad como Directores de nuestras experiencias…
Cualquier escenario de teatro es la consciencia de alguna persona…
Este escenario lo llevas contigo a dónde vayas y nunca puedes renunciar a tu papel de Director de la experiencia de tu vida…
¿Cómo se siente saber esto? ¿Aceptas tu participación?
¿Sabes que puedes elegir crear impresionantes obras de teatro en tu vida y disfrutar de tus propias creaciones…
Tal vez paz, armonía, amor, sanidad, abundancia, sabiduría, felicidad…
Hay un almacén infinito de posibilidades esperando ser reconocidas por ti, para qué a tu llamado aparezcan en escena…
Es el momento que abras ese regalo para salir de la tragedia y vivir un nuevo destino…
¡En el teatro de la mente no hay finales!