¿Sabías que la mayoría de las enfermedades físicas y emocionales tienen su origen en bloqueos energéticos?
¿Qué pasa desde que recibimos un impacto emocional negativo hasta que enfermamos?
Según la medicina holística, estamos formados por cuatro cuerpos interconectados.
Físico: (tejidos, huesos, órganos)
Mental: (pensamientos, creencias)
Emocional: (sentimientos, relaciones)
Energético: (aura, chakras)
Cuando estos cuerpos funcionan en armonía, gozamos de plena salud; pero si hay un bloqueo energético, aparecen trastornos físicos, emocionales y mentales…
¿Cómo se forman los bloqueos?
Un impacto emocional no liberado, como una discusión, una pérdida, un conflicto, se estanca y obstruye los meridianos energéticos…
Con el tiempo, este bloqueo debilita órganos: (inflamación, enfermedades crónicas).
Altera el ADN celular: (tumores, quistes)
Afecta el sistema nervioso: (ansiedad, estrés amplificado)…
Los bloqueos más comunes son Cerebral: Migrañas, insomnio, TDAH (por no expresar lo que sentimos)
Comunicación: Problemas de tiroides, inseguridad (por callar emociones)
Plexo solar: Asma, alergias, ansiedad (por acumulación de angustia)
Pareja: Problemas digestivos, relaciones tóxicas (desengaños no sanados)
Paterno/Materno: Dificultades laborales, problemas hormonales (conflictos familiares)…
¿Cómo liberar estas emociones?
La clave está en expresar lo que sentimos antes de que se convierta en materia (en solo 4 horas)…
Se pueden eliminar devolviendo el equilibrio a tu cuerpo y mente…
Cuando notes pensamientos de preocupación o miedo, puedes suavizarlos con frases como:
Estoy a salvo en este momento.
Todo se está resolviendo a mi favor.
Confío en el proceso de la vida…
Tu equilibrio también pasa al abrazar esa parte tierna de ti que quizás se sintió sola o desprotegida…