Pocas frases atesoran una verdad tan poderosa, tan sencilla y al mismo tiempo, tan inmensa…

El Amor es la brújula del alma para quien ha emprendido el viaje hacia lo eterno…

El Amor no es sólo un sentimiento, es la fuerza que sostiene el universo, es la energía que da origen, sentido y fin a todo lo que existe…

Quien emprende este viaje no es otro que el corazón en su forma más pura; el ego no puede recorrer este sendero; sólo el alma puede hacerlo, impulsada por Amor…

El destino final de ese viaje es la fusión con el Amado, con lo divino, con la unidad, y esa fusión no es otra cosa que Amor sin límites…

Aquí no hay separaciones, no hay un “yo” que busca un “tú” caminando por un “sendero”; solo hay una única sustancia, AMOR, expresándose como el camino, el viajero y el destino en simultaneo…

Si te mueves por Amor, no te perderás; Si en este viaje amas profundamente la verdad, la libertad, la belleza, el bien, entonces estarás en el camino, incluso cuando no lo sepas…

Pregúntate antes de actuar o hablar, ¿Esto nace del Amor o del miedo; del control o del orgullo?

Cuando eliges el Amor como punto de partida, cambia la forma de relacionarte con los demás…

No se trata de hacer solo lo que amas, sino de poner Amor en todo lo que haces…

No fuerces, simplemente ama la verdad, ámate incluso en tus caídas, y ama ese espacio misterioso en ti que intuye que hay algo más…

Recuerda que incluso el sufrimiento puede ser un gran maestro si lo atraviesas con Amor, porque las heridas abren puertas que el orgullo mantendría cerradas…

El viaje espiritual no consiste en alcanzar algo nuevo, sino en quitar los velos que te impedían ver, que ya eras eso que buscabas…

Al final del camino, no se encuentra una meta, se encuentra un hogar y ese hogar no está en ningún lugar, está en el centro mismo del corazón, cuando este arde sin temor ni medida…