Tu naturaleza es aquello esencial en ti que no necesita ser cambiado porque es tu verdad más pura…

Es tu capacidad de amar, ese impulso genuino de conexión, compasión y ternura…

Es tu sensibilidad, tu manera única de percibir la vida, de emocionarte, de conmoverte…

Es tu autenticidad, esa chispa que hace que seas tú, sin máscaras, con tus colores propios…

Es tu capacidad de aprender y crecer, no como una obligación, sino como la danza natural de la vida…

Es tu anhelo de sentido, esa fuerza interior que te lleva a buscar la verdad, la belleza, el amor…

Lo que sí cambia y puede cambiarse para bien, son las heridas, las creencias limitantes, los miedos heredados, los condicionamientos…

Pero tu esencia, eso que eres antes de toda herida, antes de todo miedo, eso no necesita ser cambiado, sólo recordado, abrazado y vivido…

No cambies tu naturaleza, si alguien te hace algún daño no pierdas tu esencia, sólo toma precauciones…

Y preocúpate por trabajar en tu consciencia, mas que en tu reputación, porque tu consciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que piensan los demás de ti…