Somos las únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra biología mediante lo que pensamos y lo que sentimos…
Tus células están constantemente observando tus pensamientos y siendo modificadas por ellos…
Un ataque de depresión arrasa tu sistema inmunológico. Sin embargo serenarte, lo fortifica tremendamente…
La alegría y llevar tus actividades de manera armoniosa te mantienen saludable y prolongan tu vida…
El recuerdo de una situación negativa o triste libera en ti las mismas hormonas y sustancias biológicas destructivas que el estrés…
Tus células están constantemente procesando todas tus experiencias y metabolizándolas de acuerdo con tus puntos de vista…
En el cuerpo tus pensamientos negativos y sentimientos dolorosos alteran la producción de neurotransmisores, así el nivel de hormonas varía, tu ciclo del sueño es interrumpido, la superficie externa de tus células se tornan más viscosas y propensas a formar grumos y hasta tus lágrimas contienen trazas químicas diferentes al de las lágrimas de alegría…
Todo este perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando encuentres paz, y hasta tu proceso de envejecimiento se neutralizará cada día…
Shakespeare no estaba siendo metafórico cuando a través de su personaje Próspero, dijo:
“Nosotros estamos hechos de la misma materia que los sueños”…
¿Quieres saber cómo está tu cuerpo hoy? Entonces recuerda lo que pensaste y sentiste ayer…
¿Quieres saber cómo estará tu cuerpo mañana? ¡Observa tus pensamientos y emociones hoy!…
Al abrir tu corazón y tu mente evitarás que algún cirujano lo haga por ti…
La medicina esta en ti y tú no la usas…
La enfermedad viene de ti mismo y no te das cuenta…
Recuerda, no somos lo que creemos ser, sino lo que pensamos y sentimos sin saberlo…
¡Despierta!