Vas caminando con tu taza de café y de repente pasa alguien, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes…
¿Por qué se te derramó el café?
Porque alguien me empujó…
Respuesta equivocada:
Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té…
¡Lo que tengas en la taza, es lo que se va a derramar!…
Por lo tanto, cuando la vida te sacude (qué seguro pasará), lo que sea que tengas dentro de ti, vas a derramar…
Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje, vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior…
Eventualmente sale la verdad a la luz. Así que, habrá que preguntarse a uno mismo, ¿Qué hay en mi taza?…
Cuando la vida se ponga difícil, ¿Qué voy a derramar?…
¿Alegría, agradecimiento, paz, humildad?…
¿O coraje, amargura, palabras y reacciones duras?…
¡Tú siempre eres quién eliges!
Ahora, trabaja en llenar tu taza con gratitud, perdón, alegría, palabras positivas y amables, generosidad y amor hacia los demás…
Recuerda: Qué de lo que esté llena tu taza, eres el único responsable…
¡Y mira que la vida sacude! sacude más veces de las que puedas imaginarte…☕