La vida te enseña a ir hacia adentro,
porque no hay mejor maestro que tu Ser interno…
Todas las experiencias que vives,
te dan la llave que abre la puerta que tiene acceso a la sabiduría que reside en tu interior…
Tú eres tu propio maestro. Las distintas religiones o prácticas espirituales son tan sólo guías
que te ayudan a indagar en lo más profundo de ti mismo…
Son el bastón con el que tú te apoyas en los momentos en que sientes que estás perdido…
Perdido en el mundo de los pensamientos. Perdido en el mundo de las emociones. Perdido en el mundo material y físico. Perdido en la superficie…
Cuando realmente vas hacia adentro, en el fondo de lo más profundo, entonces hallas tu centro, y tienes una total comprensión de la realidad…
Eres completamente consciente de ti mismo y sabes que no existe nada más allá, que no forme parte de ti…
Tú eres Toda la existencia. Nada existe separado de ti. Pero tú mismo creas la separación y te pierdes en ella, para volver a reencontrarte contigo mismo…
Y cuando te has encontrado a ti mismo, no necesitas nada externo, separado, simplemente gozas de estar Siendo…
¡Ésta es la mayor libertad!