La familia es un plato difícil de preparar. Son muchos ingredientes. Reunir a todos, no es fácil. Los trucos, los secretos, lo imprevisible, las sorpresas…
La familia es un plato que emociona, que nos deleita, que nos ayuda a renacer, que nos transporta en el tiempo. Nos lleva a llorar de alegría o de tristeza…
La receta de la familia perfecta, aún está por inventarse…
La familia es afinidad, unión, regocijo, compartir, amar y a cada casa le gusta preparar a la familia a su manera…
Hay familias dulces, otras medio amargas, otras apimientadísimas, otras agrias, otras muy simples…
Hay también las que no tienen gusto de nada; sería así un tipo de Familia a Dieta, que se soporta sólo para mantener la línea…
En cualquier caso, la familia es un plato que debe ser servido siempre caliente y bien sabroso. Una familia fría es insoportable, es triste…
En fin, la receta de familia no se copia; se inventa, se crea, se degusta, se saborea…
Los miembros van aprendiendo poco a poco, improvisando y transmitiendo lo que saben en el día a día. Mucho se gana en el recuerdo, en las memorias, en los encuentros…
La familia es un plato que, cuando se acaba, nunca más se repite. Feliz quien la tiene y sabe disfrutarla, aprovecharla y valorarla…
La Familia es un proyecto de Dios. Es el mayor y mejor regalo. Así que,
PERDÓNENSE, ACÉPTENSE, TOLÉRENSE, RESPETENSE Y ÁMENSE…
Vivan como si hoy fuera el último día que van a estar junto a su familia, porque cuando falta un miembro de ella, es cuando nos vemos como familia…
Pareciera que el ingrediente que une es el dolor y la ausencia…