REVISTA HOLA

MELANIA
URBINA

“La vida te regala lo que estas buscando”, dice la actriz, que comparte con nosotros una faceta hasta ahora desconocida.

 

Dice que vivió durante mucho tiempo en una permanente búsqueda interior. Sin embargo, desde hace dos años cada instante tiene un sentido diferente para ella. Cuando empezó sus estudios sobre Ciencia de la Mente, la visión de la actriz cambio por completo. Por eso, hoy asegura que el Universo responde a un orden mayor y que nuestro destino es algo que construimos a diario a través de nuestros deseos. Mientras acaricia a sus pequeñas gatas “Nina” y “Olivia” en la tranquilidad de su hogar, nos cuenta que por fin se siente completa. “Ahora soy dueña de mi propia vida”, afirma. Atrás quedaron los días en que su relación con Andrés Wiese causa de polémica, pues sabe que están viviendo un momento fantástico y que tienen “la misma forma de disfrutar la vida”. ¿El secreto? Para ella, el primer paso es aprender a comprenderse y aceptarse para entregar al otro lo mejor de uno mismo.

 

¿Siempre te has considerado una persona espiritual?

 

Desde hace varios años he buscado entender las cosas más allá de lo concreto. Pero cuando apareció la respuesta, visualice un camino más claro. Encontrarlo hizo eco inmediatamente en mi interior, pero el camino de la espiritualidad no es fácil porque es una forma de vida. Esto me está haciendo una persona mas feliz y completa.

 

Ciencia de la Mente me ayudo a comprender que todos somos responsables de nuestras vidas. Todo pasa por algo, detrás de cada cosa hay una oportunidad para sentir, para curarte. Primero lleve algunos talleres con Muss Hernández – que es mi mentora – fuera de ALQUIMIA, la escuela oficial en el Perú. Esta institución es superformal porque puedes titularte con esta carrera. Es como otras, porque tienes que leer mucho y rendir exámenes. No hubo un ciclo que no haya disfrutado profundamente. Iba una vez por semana y en todos mis trabajos sabían que los miércoles en las mañanas no podía grabar. Ese espacio es sagrado para mí. Ahora me falta hacer dos años de práctica a través de la escuela.

¿Has buscado transmitirle este aprendizaje a tu hija Lucía? 

Trato de hacerlo. No dejo de decirle que ella puede crear con la mente las cosas que pasan, que tiene que pensar en positivo. También le recomiendo que tenga cuidado con las palabras que utiliza. Si me dice que algo le preocupa, le aconsejo que piense que todo va a salir bien. Si sueña con tener algo le digo que lo visualice, que no piense que la única manera de tener algo es que Frank (Pérez-Garland, padre de su hija) o yo se lo demos, sino que ella también puede conseguirlo por sí misma. De alguna manera, trato de transmitirle la información.

 

Entonces, la mente es capaz de conseguirlo todo.

¡Claro! Se trata de entender que todo lo que nos pasa es atraído por nosotros mismos. Además, es una ciencia, no es como leer un libro de autoayuda, sino que los textos te explican razones científicas para comprender que eso es verdad. Así podemos saber como funciona el Universo y asimilar qué lo que hace cada uno influye en la vida del resto. Todo se basa en aceptar que tienes el poder de hacer tu vida de la forma que deseas.

 

¿Qué has descubierto sobre ti?

Una de las cosas que me regalo el 2013 fue recuperar el placer por mi trabajo. Llevo veinte años actuando y es lógico que en algún momento se vuelva una rutina. Me di cuenta de que quería volver a sentir esa magia que se había desvanecido casi sin darme cuenta. Así llegaron oportunidades que me permitieron sentirlo de nuevo. Una de ellas fue “toc” toc”, una obra que disfruto mucho. Luego llego “Al fondo hay sitio”, un espacio lleno de gente maravillosa donde interpreto un personaje con el que me siento muy cómoda. La vida te regala lo que estás buscando.

 

¿Piensas compartir este conocimiento con los demás?

Mi objetivo es terminar la carrera para enseñarle a nuevos grupos. Incluso, creo que podría combinarse con la actuación. O quizá puedo empezar otra faceta por ese camino, de forma paralela. Hay un mundo por descubrir en la Ciencia de la Mente y quiero que la gente lo conozca.

 

Cuéntanos sobre tu personaje en “Toc” Toc” …

Interpreto a Lili, una chica dulce y tierna. Ella tiene un trastorno obsesivo compulsivo llamado ecolalia que la hace repetir todo dos veces, porque si no siente que puede morir. Es una chica muy tímida que trata de no hablar para que nadie se de cuenta de lo que tiene. Pero llega a un lugar donde por fin deja de sentirse juzgada.

¿Te has sentido juzgada alguna vez?

Si. Creo que todos nos hemos sentido de esa forma, pero la clave es entender que ese juicio proviene de uno mismo. La valoración de los demás es sólo el reflejo de algo que piensas profundamente. Ellos le dan voz a esos pensamientos. La clave es dejar de juzgarnos a nosotros. Ahora, por más que estés en una búsqueda espiritual tienes un lado humano que duele. Siento que me he vuelto mas tolerante conmigo, pero también hay días en los que me pongo cabe. He sido mi jueza más dura. 

 

¿En qué temas, por ejemplo?

En mi trabajo, como madre, ¡creo que no hay ninguna mamá que nunca haya sentido que debe hacerlo mejor! También en mi vida personal. A veces uno se regaña a sí mismo, pero ahora vivo tratando de amarme, de comprenderme. Lograrlo es un trabajo de toda la vida. Lo bueno es que las etapas desagradables son cada vez mas cortas ahora y las bonitas son mas largas. Sé que lo malo va a pasar. Todo es cíclico.


¿Andrés también ha compartido tu búsqueda espiritual?

Nosotros conversamos mucho sobre ese tema. Él sabe que mi visión de las cosas funciona a través de esta filosofía y mi relación no es algo que escape a eso. Estoy contenta porque siento que la acepta y la aprovecha. Ya tenemos más de tres años juntos y nos conocemos bien. Además, hemos empezado el año tranquilo, pero con fuerza. Estamos viviendo un momento único. 


Cuando entraste a la serie te preguntaron mucho cómo sería trabajar en el mismo espacio que tu pareja…

Nuestras historias corren por separado y eso ha sido fantástico. Si no, se terminaría mezclando todo. Los momentos que podemos compartir son lindos. Si estas en un día largo de grabación, ver a tu chico te alegra el día. Y eso seguramente continuará en esta nueva temporada ¡La Monsefuana sigue para adelante!


¿Ya sabes qué te espera este año?

No tengo la menor idea. Hay gente que no me cree cuando lo digo, pero es así. Entre para el último capítulo de la cuarta temporada y durante el verano, antes de empezar a grabar, nunca supe nada sobre la historia de mi personaje. No sabía si era la sobrina, la amante o la hija. Ahora tampoco sé lo que va a pasar. Monserrat no tiene una historia muy clara y eso abre un mundo de posibilidades.


¿Qué es lo que más te gusta de este personaje?

Su inocencia, su torpeza, el que por su ingenuidad meta la pata. ¡Me encanta! Saca mi propia “monse”. Yo creo que el éxito de la serie reside en la increíble capacidad de los guionistas de descubrir un rasgo del actor para exagerarlo. Yo soy un poco monse… y por eso me volvieron más.